Omir Si Infi (El que nunca ríe)

I “Que los dioses te sean propicios, Omir”. El saludo cogió desprevenido a Omir que estaba sentado en posición de meditación, de espaldas a la puerta. Como todos los días se había despertado mucho antes de la primera oración de la mañana y aprovechaba aquellos momentos previos a la actividad cotidiana para saludar a las estrellas que podía ver desde su ventana. Había notado algo extraño en el rumor de pasos que se acercaban a Seguir leyendo …