París bien vale una vida
Día 191 Peluche Las palmas de mis manos reposan sobre mi regazo y mi cabeza continúa ladeada por tiempo indefinido. Entretanto, mis ojos persiguen el segundero del reloj de pared y me abandono dando vueltas sin sentido tras su tic tac en un viaje que no sé a dónde me va a llevar, al igual que tampoco sé hacia dónde me está llevando la condena que comparto con todos estos desgraciados y desgraciadas que me Seguir leyendo …