Ser una linaria amarilla

La tierra te devuelve a mí. Si tú no hubieras muerto ni las aguas sin venas ni las frutas con piel ni los volcanes, en su frescor, sabor y fuego, me darían tu presencia. Me sería indiferente este globo erizado que expulsa de su entraña las vida y los árboles para que lo rodeen de color y ternura. La tierra sabe bien que el sol y las estrellas son miradas de seres que no existen. Seguir leyendo …